Marcela Canabal
Marcela Canabal

Adiestrador Profesional y Técnico en Gestión del Comportamiento Cognitivo-Emocional.

Regular la conducta social en perros: corregir el juego intenso

¡Hola a todos! En este video, como adiestradora canina profesional, les mostraré cómo regular la conducta social en los perros y corregir y modelar el juego intenso de dos formas. Muchas veces escuho por ahí gente (que no sabe de perros pero se siente experta porque tuvo perro toda la vida) que dice: “ellos se entienden, no hay que meterse”.

Aunque a veces sí se entienden, no hay nada más falso. En muchas ocasiones, es importante regular las interacciones sociales. Igual que con dos niños, nosotros somos quienes ponemos las reglas y marcamos los niveles de excitación durante el juego para que todos estén a gusto.

En el video vemos a Vito y Mapache, dos perros adultos que conviven. Elos se llevan bien pero sus humanos me llamaron preocupados porque durante el juego se ponen muy brutos. Verán que Mapache sacude a Vito, lo muerde con mucha fuerza. Si bien a Vito no se lo ve expecialmente molesto, esta no es una forma saludable de jugar. Vamos a ayudarlos a mantener un tono más amigable de juego.

En el video veremos dos formas de ordenar la relación. Interrumpiremos si hay mordidas y cortaremos un poco antes (esporádicamente) para que no escale.

A-CORRECCIÓN: se corta el juego en forma punitiva. Se marca la intensidad inadecuada y la mordida con sacudida. Se les exige bajar a cero, pueden estar parados o sentados. Luego se deja volver a jugar. Si es necesario se repite esto (en el ejemplo del video, si Mapache vuelve a morder fuerte).

B-PAUSA ARTIFICIAL: se corta el juego en forma postiva antes de que se dispare la intensidad o la mala conducta. Se llama y se solicita la atención de los perros alegremente, se pide que se sienten y se entrega un premio. Se deja volver a jugar.

Como ven se requiere que los perros estén con correas largas (5 0 10 metros) aunque estén en un área cerrada. Con el tiempo los perros responderán solo con la voz y podemos prescindir de las correas.

Es importante que tengamos en cuenta varias cosas:

  1. Obediencia básica: antes de abordar la regulación del juego intenso, debemos entrenar dos comandos en sesiones individuales hasta que cada perro los comprenda: “sentado” y “vení”. Estos comandos serán útiles para que los perros bajen a cero la intensidad tras una corrección o durante la pausa artificial.
  2. Observa el lenguaje corporal: saber cuando intervenir es clave. Debemos estar atentos a las señales de juego adecuado: posturas relajadas, movimientos suaves y lenguaje corporal amistoso. Si ambos perros se involucran en el juego y parecen disfrutarlo, no hay necesidad de intervenir. Sin embargo, si notas señales de tensión, miedo, amenazas o pedidos de espacio, o si el juego es excesivamente brusco, es hora de intervenir
  3. Intervención adecuada: Cuando decidas intervenir hazlo de manera tranquila y sin alterarte. Si es una corrección enfócate en el perro más intenso primero. Nunca grites ni golpees a los perros. Si no logras calmarlos considera separarlos un rato.
  4. Redirige la energía: Después de interrumpir el juego puedes dejar que retomen o redirir el grupo hacia una actividad más calmada: por ejemplo caminar o hacer juegos de olfato.
  5. Reforzamiento positivo: Cuando los perros muestren una conducta social adecuada (juego tranquilo) permite que continúe como refuerzo. Cuando respeten las pausas artificiales refuerza a cada uno por turnos.
  6. Practica la socialización: la clave de la regulación en la conducta social es que lo socialices adecuadamente desde una edad temprana. Exponlo a diferentes entornos, personas y otros perros de manera gradual y positiva. Esto ayudará a que el perro aprenda a relacionarse adecuadamente con otros individuos y a controlar su nivel de excitación durante el juego.

Conclusión:

Regular la conducta social en los perros y corregir el juego intenso es fundamental para garantizar una interacción segura y placentera con otros perros. Esa área, a diferencia de lo que muchas personas creen, depende enteramente de los referentes humanos sobre todo al inicia de una relación entre dos perros o en las etapas juveniles de los individuos.

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