Marcela Canabal
Marcela Canabal

Adiestrador Profesional y Técnico en Gestión del Comportamiento Cognitivo-Emocional.

Mi perro sabe sentarse pero a veces…¡no me obedece! ¿Por qué? ¿Qué hago?

Te dejo un video para que veas esto en imágenes:

Ciro, es un pastor Alemán adolescente que ya sabe sentarse como se ve al comienzo del video. Cuando hay perros a la vista parece que se olvida de todo y sólo se enfoca en el estímulo. Mira como de a poco le enseñamos a prestar atención al guía y responder a comandos básicos en contextos excitantes. La idea es enseñarle a mantenerse tranquilo y poder acercarse con calma a los otros perros además de seguir las indicaciones que se le den sin importar el contexto o el entorno.

Es muy común que los perros a veces no obedezcan, incluso si ya saben una orden. Lo primero que te digo es que el perro no lo hace para tomarte el pelo o porque es rebelde (en la mayoría de los casos).

Entonces…¿Por qué me ignora?

Hay varias razones por las que esto puede suceder.

  1. Distracciones: Los perros son curiosos por naturaleza y pueden distraerse fácilmente. Si hay algo interesante a su alrededor, como otro perro, una persona o un juguete, es posible que decidan ignorar la orden de sentarse. Es importante asegurarte de que el entorno esté lo más tranquilo posible cuando estás entrenando a tu perro al inicio y si hay distracciones empezar con ellas a gran distancia.
  2. Falta de práctica: A veces, los perros pueden olvidar lo que han aprendido si no practican lo suficiente. Aunque tu perro sepa cómo sentarse, si no lo refuerzas regularmente, podría perder el hábito. Es importante seguir practicando y reforzando los comandos básicos con tu perro para que se mantengan frescos en su mente.
  3. Falta de motivación: Algunos perros pueden volverse menos receptivos si no encuentran suficiente motivación. Siempre es bueno recompensar a tu perro cuando responde a tus pedidos: con caricias y elogios pero también con premios comestibles y juego. Esto les dará una razón para querer seguir tus indicaciones.
  4. Falta de comprensión: Aunque tu perro pueda haber aprendido cómo sentarse, a veces pueden tener dificultades para entender lo que realmente quieres. Puede ser útil que uses más gestos o la correa para obtener la conducta deseada y no que le repitas un comando muchas veces si no responde.
  5. Alta emocionalidad: si por alguna razón el perro no está tranquilo es posible que no siga comandos que ya conoce. Por ejemplo, si tiene miedo, esta muy excitado o enojado sería esperable que no responda ninguna orden. En estos casos intenta llevarlo a un sitio donde pueda calmarse y trata de conectar con él a través del olfato o con el lenguaje corporal en lugar de hablarle y darle órdenes verbales.

¿Qué debo hacer cuando me pase esto?

Para ayudar a captar la atención del perro para cumplir una orden (ya adiestrada) y mantener el enfoque en nosotros y competir con un estímulo que llama suatención, podemos utilizar una técnica llamada “luring” o “señuelo”.

Primero: toma una distancia suficiente donde el perro perciba el estímulo pero no lo saque de su eje totalmente, es decir, que sientas que aún puede prestarte un poco de atención.

Segundo: toma una pequeña golosina o trozo de comida y sostenerlo frente a la nariz de tu perro, moviéndolo lentamente en línea recta (alejándote del estímulo). La idea es que el olor de la comida captará el interés de tu perro y lo motivará a seguir el movimiento de la golosina con su nariz. Si ves que te sigue unos pasos ¡¡estás logrando tu objetivo!! dale un trocito y repite el ejercicio.

Tercero: para que se siente de la línea recta pasa a elevar la mano por encima de la cabeza (intentando que la nariz siga interesada en la comida, si se pierde, debes ir a recuperarla).  A medida que él siga el premio, naturalmente su cabeza se elevará y su trasero tocará el suelo, lo que resultará en la posición sentada. En ese momento, le das la golosina como recompensa y le das elogios verbales o caricias. Deja que mire el estímulo que lo atrae y repite el proceso anterior entre 5 y 10 veces.

Cuarto: intenta aumentar el tiempo que el perro te presta atención en cada repetición del ejercicio. Cuando logres que se mantenga sentado y atento (ignorando el estímulo) entre 5 y 10 segundos cambia la comida por refuerzo social de juego, movimiento o afecto. Si no logras que se concentre, siempre puedes aumentar la distancia o volver a usar comida.

Recuerda que cada perro es único y puede haber otras razones específicas por las que tu perro no te obedezca o que incluso no le interese la comida por más rica que sea y no puedas aplicar esta técnica. Si estás teniendo problemas persistentes, podría ser útil buscar la ayuda de un adiestrador profesional, quien podrá evaluar la situación y brindarte consejos personalizados para mejorar la relación con tu perro.

¡No te desanimes y sigue practicando con paciencia y consistencia!

 

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